En Filadelfia, la economía lucha por mantener el ritmo de la nueva afluencia de inmigrantes
El actual debate sobre la inmigración en Estados Unidos no parece que vaya a detenerse pronto. Recientemente ese debate se ha vuelto aún más enconado, con los gobernadores de los estados del sur enviando inmigrantes en autobús a las ciudades santuario del noreste para protestar públicamente por el aumento de la inmigración ilegal en la frontera sur. Pero, mientras los responsables políticos debaten cómo responder a la afluencia de desplazados, algunas ciudades, entre ellas Filadelfia, los acogen como un impulso necesario para la economía local.
La inmigración cambia con la Administración Biden
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos, la tasa de inmigración desde nuestra frontera sur se duplicó con creces tras la toma de posesión del Presidente Biden en 2021. Muchos sugieren que este aumento se debe a las políticas de inmigración más liberales del gobierno de Biden, especialmente en comparación con su predecesor. De hecho, Biden ha presentado propuestas de reforma de la inmigración que permitirían la entrada de más inmigrantes en el país, al tiempo que ofrecerían una vía hacia la legalidad a millones de personas que siguen indocumentadas.
Los gobernadores conservadores atacan a Biden por su política de inmigración
El gobernador de Texas, Greg Abbott, y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, saltaron a los titulares a finales del año pasado cuando empezaron a trasladar en autobús a inmigrantes desde sus estados a ciudades del norte como Nueva York, Filadelfia, Washington D.C. y Chicago. En lo que se ha considerado un truco publicitario, se llegó a dejar a inmigrantes en la residencia del vicepresidente Harris y en la30th Street Station de Filadelfia. El objetivo de dejar a autobuses llenos de gente en un lugar o de una manera inesperados es crear el mayor trastorno posible. Uno de estos incidentes se produjo incluso en la noche de Nochebuena. Según el Texas Tribune, el novedoso programa de autobuses para inmigrantes de Texas costó a los residentes del estado 26 millones de dólares en impuestos antes del cierre del año pasado.
Filadelfia recibe a los inmigrantes con los brazos abiertos
Según un artículo de Ethan Dodd en el Pennsylvania Capital-Star, el programa, intencionadamente perturbador, ha reportado algunos beneficios a los emigrantes. Por ejemplo, la mayoría pretendía llegar a las ciudades del norte de todos modos, para estar más cerca de sus familias, por lo que el transporte no era inoportuno.
En Filadelfia, los inmigrantes encontraron un gobierno más protector y proactivo que en Texas o Florida. La ciudad tiene políticas de acceso al idioma y servicios municipales que se extienden a todas las personas, independientemente de su situación migratoria. Además, la policía local no coopera con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos en la persecución de personas indocumentadas, a menos, por supuesto, que la policía tenga una orden de detención federal. Todas estas políticas crean un entorno que explica por qué Filadelfia puede calificarse de "ciudad acogedora".
Según la oficina del alcalde de Filadelfia, Jim Kinney, los inmigrantes, y sus familias "han sido esenciales para el crecimiento y el éxito de Filadelfia." De hecho, una afluencia masiva de residentes nacidos en el extranjero entre 2000 y 2016 ayudó a impulsar la población de Filadelfia, alcanzando el crecimiento por primera vez en más de medio siglo.
Dicho esto, debido a las continuas luchas económicas relacionadas con la pandemia, Filadelfia está teniendo problemas para seguir el ritmo de la continua afluencia de inmigrantes. En los últimos años, los responsables políticos han realizado esfuerzos concertados para dar la bienvenida a los inmigrantes al Estado de Keystone. En febrero de 2022, los representantes demócratas Sara Innamorato, del condado de Allegheny, y Joe Hohenstein, de Filadelfia, presentaron un proyecto de ley para crear una Oficina de Nuevos Pensilvanos destinada a acoger a los inmigrantes y sus familias. Queda por ver, sin embargo, si Pensilvania puede atraer a suficientes inmigrantes para impulsar el crecimiento en las próximas décadas.
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