La teoría económica revisada sugiere que los inmigrantes aportan un valor significativo a los contribuyentes estadounidenses
En el centro de la política y el debate sobre inmigración en Estados Unidos está la difícil cuestión de cómo medir el valor -o el coste- que los inmigrantes ofrecen al país. Los partidarios de una política de inmigración relajada señalan la producción económica como base para acoger a los que vienen de fuera. Otros, sin embargo, citan el aumento de los costes y los gastos gubernamentales que supone atender a los inmigrantes, y utilizan esas cifras para justificar políticas más excluyentes. Nuevas investigaciones sugieren que el valor económico de los inmigrantes ha estado infravalorado durante años y puede pesar indudablemente a favor de la acogida de inmigrantes en el país.
Un economista expone un fallo fundamental en las actuales estimaciones fiscales
En un artículo publicado por el economista Michael Clemens, del University College de Londres, el autor explica que existe un supuesto crítico y falso en los actuales análisis económicos de los efectos de la inmigración. Señala que el principal método en vigor "se limita a contabilizar los flujos fiscales directos hacia y desde los inmigrantes individuales por nivel educativo" y "omite importantes efectos indirectos y dinámicos de la inmigración". Según Clemens, esto es erróneo.
Para tener en cuenta los efectos indirectos de la inmigración, Clemens calcula los ingresos fiscales estimados procedentes de las rentas del capital resultantes de la participación de los inmigrantes en la economía estadounidense. En pocas palabras, un inmigrante pagará, a lo largo de su vida, impuestos al gobierno estadounidense, beneficiando así a quienes viven en Estados Unidos. Concretamente, Clemens señala que los empresarios gastarán necesariamente ingresos adicionales para proporcionar recursos básicos a los trabajadores inmigrantes, alimentando así aún más la economía con cada trabajador inmigrante contratado.
Con sus cálculos, Clemens estima que incluso los inmigrantes sin título de enseñanza secundaria proporcionarán un saldo fiscal neto positivo de 128.000 dólares a lo largo de su vida, y cuando se calcula para incluir a los hijos y nietos previstos, esa cifra aumenta a 326.000 dólares. Estas estimaciones contradicen claramente las principales investigaciones académicas actuales sobre el tema, que calculan un impacto fiscal negativo para un inmigrante medio sin título de enseñanza secundaria. Estos datos, que actualmente informan la política económica relacionada con la inmigración en este país, necesitan ser reexaminados.
Utilizando los ajustes que propone Clemens en su trabajo más reciente, se demuestra que el impacto de la participación de los inmigrantes en la economía estadounidense es indudablemente positivo. Incluso cuando se observa a través del impacto de los menos educados, el impacto es claramente positivo. Por tanto, este cambio en la teoría económica podría trastocar las actuales evaluaciones gubernamentales de los efectos de los inmigrantes en la economía y podría servir de base para nuevas políticas de cara al futuro.
Repercusiones en el actual debate sobre la inmigración
Las teorías económicas no funcionan independientemente de la realidad. Al contrario, pueden informar directamente a la política económica y a las estimaciones fiscales, creando resultados tangibles. Por ejemplo, un informe de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) concluyó, en julio de 2022, que una reforma relativa a la expedición de tarjetas verdes costaría 1.000 millones de dólares en diez años. En consecuencia, la reforma expansiva de la inmigración basada en el empleo se excluyó del presupuesto para el próximo año.
Los nuevos estudios cuestionan los cálculos asociados a estas estimaciones fiscales. Dado que el valor añadido por los inmigrantes ha sido claramente subestimado, conviene cuestionar ahora la justificación de la política actual.
Para obtener más información sobre esta entrada del blog, o si tiene cualquier otra preocupación de inmigración, por favor no dude en ponerse en contacto conmigo en rglahoud@norris-law.com o (484) 544-0022.
